NO DEJÉIS DE LEER LA ENTRADA ANTERIOR DE BARBUX, QUE NOS HEMOS"PISADO" AL PUBLICAR.
Después de la gran
Aventura 2011, tocaba cambio de tercio. Había que cumplir con la novia, así que la costa sería mi destino. Después del gran finde de pesca que habíamos pasado, en este, tocar escama pasaba a un papel secundario. Mi novia disfruta tanto o más que yo paseando en kayak por la playa, eso, unido a que acaba de recibir las bacas para el coche nuevo, dejaba claro que el kayak nos acompañaría. Y ya que llevábamos el kayak....llevar una cañita??? Para mí, e imagino que para todos vosotros, estar en un lugar con agua sin caña es un auténtico sinvivir.
Con todo preparado y a la espera de cargar la embarcación, a las 8:00 suena el despertador. Cinco minutos después me llama mi novia, nuestro acompañantes no vienen y dice que no se ve capaz de cargar con el kayak, y menos subirlo a un coche tan alto, "llévate las cañas de fondo y al menos nos entretenemos".
Deshago la mochila, dejo todos los señuelos que llevaba preparados, y cojo todo lo necesario para una jornada de surfcasting.
8:10, "Qué sí que vienen, coge el kayak". Vuelvo a deshacer la mochila y a recomponerla con todo lo que acaba de soltar. A eso de las 9:00 salgo de casa con un mosqueo impresionante y pensando que a partir de ese momento todo debe de empezar a salir bien, el cupo de mosqueos está cubierto por hoy.
Entre recoger, saludar, organizar el maletero.... a las 11:30 me planto en la playa, el día es de película; no sopla una pizca de viento, la playa no parece muy abarrotada y las gaviotas vuelvan en círculo sobre el mar, HAY PECES. Rápidamente y siguiendo los consejos del maestro del spinning(y visto está que gran profesor)
Alvarobetico, monto mi caña con una cucharilla Jensen (muy conocidas por los "spinners marinos", pero de las que no había oído hablar nunca).

Decido dar una vuelta con el kayak, dejo caer la cucharilla y comienzo a "curricanear" en busca de no sé que, me encuentro en medio del mar, sin sonda, sin nada...Llego a una zona a unos 400 metros de la orilla, que dentro de la inmensidad del mar, "me dice algo". Recojo el sueñuelo y comienzo a lazar a mi alrededor. A los pocos minutos, picada, cabezazos y lo pierdo... "Sería una caballa", "Para algo que iba a coger...". No desisto y unos lances después se repite la historia, vuelvo a perder el pez. Deben estar por aquí me dije, sigo lanzando y me estreno con la primera baila del día, paso a ser el más feliz del mundo, pero quiero más. Sigo lanzando y saco la segunda. Decido volver a la playa, donde mi novia no sale de su asombro, bebo agua y vuelvo...a los pocos lances, la tercera¡¡¡¡ No quepo en mí, llega la hora de comer y seguir disfrutando del día.


Después de un par de horas, jugar a las palas y demás, decido volver a darme una vuelta antes de volver a casa, consiguiendo las dos últimas bailas del día.
Decir también que saque unas cuantas más, pero que por su tamaño volvieron al mar.
Aprovecho está entrada para hacer dos pequeños homenajes.
El primero a esas sufridoras novias/mujeres de pescadores, que se tienen el cielo ganado.
Y el segundo, a mi pequeño carrete de spinning, que me ha acompañado en mil y una batallas, y que después de la de hoy, me parece que se ha ganado el descanso eterno.