Y DE NUEVO...BARBOS.

La llegada del calor, unida a la de mis vacaciones me ha tenido algo distanciado de las aguas continentales. La playa ha sido mi destino preferido durante el último mes. Aunque el tiempo no ha estado todo bueno que me hubiese gustado, no han sido pocas las salidas de las que he podido disfrutar con mi kayak, tanto en el Atlántico como en el Mediterráneo.

Ya de vuelta en Sevilla y tras mucho remar y limpiar carretes, me apetecía reencontrarme con algunos de mis amigos, a los que hacia tiempo que no veía, y qué mejor manera de hacerlo que en una buena jornada de pesca. Tras los esfuerzos físicos que nos exige el kayak, me apetecía coger mi ligero equipo de mosca y dedicarme a posar mis imitaciones con tranquilidad, esperando la picada de los preciosos barbos gitanos que pueblan nuestras aguas.

Afortunadamente todo ha salido redondo, un día sin mucho calor y peces bastante activos. El amigo Kikefly, el maestro Pepe y un servidor hemos disfrutado de un preciosa jornada. A pesar de que la mañana no fue del todo fructífera, por la tarde y gracias a la ayuda de Pepe disfrutamos de multitud de capturas. Y todas a seca, que preciosidad.