No habia tradición en mi familia, relativa a la pesca, asi que cuando ese verano del 86 alquilábamos una casita a pies de aquel lago nada hacía sospechar lo que iba a ocupar la mayor parte de mi tiempo.
Mis primos venían de la capital de España a pasar ese verano con nosotros, y su padre, en este caso si había pescado esporádicamente en su juventud y aún conservaba una serie de cañas grauvell con sus carretes Segarra de kilo y medio, casi,cada equipo.
Al principio yo miraba aquello, como los indios miraron las armaduras de los españoles cuando llegaron a América.
Con sus hilos,boyas de corcho,emerillones y anzuelos empatillados iban cada mañana a la orilla a pescar y yo les acompañaba para ver que era aquello y que secretos escondía el pasar horas y horas delante del agua.
Una tarde salimos mi primo (dos años mayor que yo) y yo con sendas cañas.Buscamos un buen sitio y llevando un puñado de camarones cocidos nos dispusimos a probar suerte.
Pescamos mucho, pero también hablamos toda la tarde de cosas que nunca antes habiamos comentado,y pescamos,y charlamos,y eso durante las mañanas,tardes incluso noches de aquel verano pesquil.
Cuando terminó el verano mi primo se habia convertido en mi amigo, y yo había adoptado un arte, un arte que no sé si llegare a dominar algún dia, pero que sé que seguiré cultivando toda mi vida,"la pesca",la cual no solo ha impregnado mi tiempo libre sino que ha condicionado incluso mi forma de vivir y relacionarme con todo lo que me rodea.
Hace cuatro dias me llamó mi primo desde Madrid,estando yo paseando por la tarde a orillas de nuestro lago:
"Que tal? como estan los niños?"le dije
"Bien,bien, mucho follón en Madrid, trabajo-casa,casa-trabajo,tengo ganas de ir para alla!
Pero cómo te va la pesca?" ,"Vas mucho pescar?"me responde,"hace años que no voy"continúa..
En ese instante , y poniéndose el sol sobre el lago,no puedo evitar esbozar una sonrisa y dibujar las siluetas de aquellos crios con sus cañas perdiéndose en el Horizonte...
Javi Pieras.